La corrupción mata, es más que una frase en nuestra provincia, en nuestro país. La ruptura del orden democrático que significa el crecimiento desmesurado de los poderes ejecutivos a costa del debilitamiento de los poderes legislativo y judicial, la baja calidad de nuestras instituciones  representativas, la pérdida de derechos en situaciones de excepción, el desvío de fondos que deben ser utilizados para brindar mejor salud, educación o seguridad en medio de una emergencia sanitaria, son actos de violencia institucional y están ocurriendo.  

Argentina ocupa el puesto 66 de 198 en el ranking anual de Transparencia Internacional que mide el Indice de Percepción de Corrupción y alcanza 45 puntos sobre 100. Se ubica solo tres lugares por encima de Senegal y tres por debajo de Grecia. 

No es un dato vacío. Según el último informe de la Encuestadora y Consultora Política Argentina Zuban-Córdoba los temas sobre los cuales la ciudadanía está solicitando respuestas y considera como muy graves son, en primer lugar, la pobreza con el 81,9 por ciento, seguido con el 81,5 por ciento por el desempleo, en tercer lugar la violencia, con el 78,8 por ciento y en cuarto lugar aparece la corrupción, el 77,9 por ciento. La corrupción ocupa el cuarto lugar en preocupaciones de la ciudadanía y a sólo cuatro puntos porcentuales de la pobreza, el principal problema social.

En Córdoba y en Argentina, quienes alzan la voz para solicitar transparencia, acceso a la información y respeto a las libertades individuales las organizaciones civiles que luchan por más derechos, que están cargando sobre sus hombros la tarea de hacer explícitos los pedidos anticorrupción , como Ficha Limpia y que son los que han inspirado a los legisladores. Quiero destacar esto como algo relevante: la ciudadanía está reclamando por transparencia. Los argentinos organizados no quieren más corrupción. Y si aún no están en la calle denunciando, es porque en este momento están priorizando el acceso a lo más básico: alimentos, subsistencia, empleo para mantener a sus familias. Pero van a pedir cuentas y estamos allí con ellos. 

Políticos “sin antecedentes”

Ficha Limpia es un movimiento ciudadano que comenzó en 2018, por iniciativa de Gastón Marra, académico de Buenos Aires, acompañado por  ciudadanos comprometidos que a fuerza de lucha permanente y a la presencia en redes y medios ha logrado movilizar una petición en la plataforma Change para que las personas que tengan condenas, firmes o no, por delitos de corrupción o delitos graves, no puedan acceder a cargos electivos. 

La petición de Ficha Limpia Nacional cuenta a la fecha con más de 370.000 firmas y se ha convertido en la inspiración y el respaldo ciudadano de los legisladores que gestionamos proyectos de Ficha Limpia en 10 provincias y que ha generado peticiones en la misma plataforma en cada una de estas provincias. 

En Córdoba, como fruto del acuerdo entre bloques, las bancadas de Unión Cívica Radical, Juntos por el Cambio, Encuentro Vecinal y Coalición Civica Ari, presentamos el proyecto en la Unicameral, el segundo en tomar estado parlamentario en el país. 

Nuestro proyecto, que extiende la prohibición a condenas en segunda instancia por delitos contra la vida, la libertad, la identidad y la integridad sexual, llegó con el antecedente inmediato de la media sanción que la Ley de Ficha Limpia de la diputada María José Sanz logró en Mendoza y la iniciativa que impulsó la diputada nacional (UCR) Brenda Austin en el Congreso, como parte de la agenda de Unión Cívica Radical a nivel nacional. 

Queremos vivir en una Córdoba diferente, inclusiva, de derechos, justa. Creo firmemente que el único camino para fortalecer las instituciones democráticas, defender nuestros derechos, recuperar la credibilidad de la gente, valorar nuestra capacidad de representar a otras personas y aportar a la construcción de esa sociedad mejor, es el camino de la transparencia. No hay otra posibilidad. 

* Marcelo Cossar: Legislador radical de la provincia de Córdoba. Ex vice intendente de la ciudad de Córdoba.