El dólar blue volvió cerrar en alza y preocupa a economistas la creciente emisión monetaria
El dólar blue mantuvo este miércoles su tendencia alcista y sumó $1, al cotizar a $183 y alcanzar así un nuevo máximo durante 2021, lo que puso más presión a la brecha cambiaria.
En lo que va del año, la divisa acumula un incremento del 8,9% en el mercado informal, pero aún está lejos del récord histórico que alcanzó en octubre del año pasado, cuando tocó los $195.
Además, en el transcurso de 2021 lleva registrada una suba acumulada del 10,2%, contra una inflación superior al 25%.
Tras el incremento de este miércoles, la brecha con el tipo de cambio mayorista se amplió al 89,8%, dado que la cotización mayorista operó con una suba de dos centavos, al llegar a $96,37.
Las tasas reales negativas, la elevada inflación y el cepo reforzado en el mercado cambiario configuran un escenario que impulsa la cotización del dólar paralelo y los analistas del mercado consideran que el ritmo al alza puede continuar, principalmente en un año electoral.
El economista jefe de la Fundación FIEL Juan Luis Bour consideró que la suba del dólar blue es consecuencia del "cierre de los mercados formales" dispuesto por el Gobierno, pero estimó que esa decisión "no significa que la divisa tenga que subir indefinidamente".
"Lo que está pasando (con el blue) es que el Gobierno está cerrando los canales de los mercados formales, o sea, cierra la posibilidad de comprar dólares en el mercado oficial, en el mercado del contado con liquidación, en la Bolsa", señaló. "Es que una demanda sin mayor oferta genera un aumento de precios. Eso es una consecuencia natural de apretar algunos mercados, que terminan reaccionando", evaluó Bour.
El denominado dólar "solidario", por su parte, cerró $167,89, según datos del Banco Central. Las cotizaciones ligadas con la actividad financiera registraron nuevamente con una leve tendencia a la suba.
Emisión monetaria
Un nuevo giro de $50.000 millones por parte del Banco Central al Tesoro volvió a encender las luces de alerta entre economistas, que esperan mayor presión sobre el gasto para la segunda mitad del año, en el marco del período electoral.
"El 15 de julio hubo otro giro de utilidades del Banco Central al Tesoro por $50.000 millones", señaló Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma, quien advirtió sobre la decisión de emitir para "financiar déficit". De ese modo, remarcó: "Arrancó con todo el segundo semestre fiscal. Ya son $130.000 millones en quince días de julio".
Víctor Ruilova, economista senior de la consultora Econviews, consideró en diálogo con NA que "con la segunda transferencia del Banco Central al Tesoro en julio, la emisión para financiar el déficit acumula los $460 mil millones en lo que va del año". "Es decir que alrededor del 65% del rojo fiscal fue cubierto por esta vía. Es levemente por arriba de la marca a la que había apuntado el ministro de Economía, Martín Guzmán", evaluó.
En ese sentido, subrayó: "Para los meses que vienen, se espera mayor presión del lado del gasto". "De acá a diciembre hay que financiar, entre el déficit primario y los vencimientos de deuda en pesos, poco más de 2.5 billones de pesos", indicó y estimó que el Banco Central "aportaría cerca de 1 billón de pesos, mientras que se buscará cubrir el resto vía endeudamiento".
"Ese billón de pesos que se emitirá en el segundo semestre provocará que la inflación se mantenga boyando en el 50% interanual", sostuvo y consideró que ello es "complejo porque, luego de las elecciones y en la previa al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, se anticipa que vendrá alguna corrección cambiaria y tarifaria".
En el último trimestre de 2020, el Tesoro dejó de financiar su déficit con adelantos transitorios del Banco Central, aunque siguió con las utilidades, en un cambio de estrategia tomada luego de la estampida del dólar blue y el exceso de pesos en la plaza en medio de las dificultades fiscales de la pandemia.
Esa prudencia monetaria y fiscal se extendió hasta los primeros meses de 2021, pero se interrumpió debido al agravamiento de la pandemia de coronavirus, con una ley de Presupuesto que no tenía contemplada la continuidad de los programas de asistencia social y financiera.