Recuperemos el trabajo como pilar del desarrollo nacional y la Justicia Social

Objetivo Sindical 01 de mayo de 2022 Por Gabriel Suárez *
En este 1 de mayo, a la salida de 4 años de desocupación y endeudamiento externo, más una pandemia, y con un país condicionado por el FMI, asistimos a una puja distributiva, donde el movimiento obrero tendrá que luchar defendiendo los intereses de los trabajadores.
Luz y Fuerza cordoba
Recuperemos el trabajo como pilar del desarrollo nacional y la Justicia Social

Primero, hagamos memoria. 

El 1º de Mayo se instituyó como Día del Trabajador en conmemoración de la ejecución de cuatro dirigentes obreros de Chicago, condenados injustamente por su lucha a favor de la jornada de 8 horas, hecho del que se cumplen 120 años. Dieron la vida por una sociedad más justa ¿Una realidad ya definitivamente superada? ¿Una conquista laboral para siempre? Nada de eso,  como siempre decimos nosotros, a los trabajadores nadie nos regaló nada y a las conquistas hay que sostenerlas. Hoy existen gremios que  luchan no ya por las ocho horas, ¡sino por no trabajar los días domingos! Hay sectores del trabajo totalmente precarizarizados, sin ninguna garantía, derecho, ni estabilidad.  Tengo el orgullo de pertenecer y representar a una organización sindical, Luz y Fuerza de Córdoba, que ha hecho escuela defendiendo su Convenio Colectivo de Trabajo. A la salida de la dictadura en 1983, tuvimos que reconquistar la vigencia y aplicación de nuestro Convenio, y lo logramos en un histórico Plan de Lucha, nadie nos regaló nada, es algo que siempre hay que recordarlo.  Y hoy, desde 2018, estamos dando nuevamente esa pelea, defendiendo la vigencia de nuestro Convenio que es modelo. 

Pero volvamos a un breve recuento histórico, en la Argentina, desde la década del ’50 hasta mediados de la década del ’70, se alcanzaron los parámetros más altos de justicia social y dignidad de los trabajadores, comparables a los de las potencias más desarrolladas. No es ajeno a ello que los sindicatos, la CGT, el Movimiento Obrero, habían logrado ser factores de primordial gravitación política. Basta recordar un solo dato: la participación del salario en la distribución de la riqueza llegaba al 50 por ciento. Y mucho tenía que ver la realidad de un Estado profundamente involucrado en la dirección de la economía nacional.

Gabriel Suarez - Luz y Fuerza cordoba
Gabriel Suárez - Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba

Ese modelo político, social y económico indudablemente tenía defectos que necesitaban mejoras y correcciones. 
Pero el modelo neoliberal que se impuso en 1976 con una terrible dictadura, usó esos defectos como pretextos para destruir todo lo que los trabajadores y el pueblo argentino habían logrado en décadas de lucha. El retroceso social fue enorme, medido en términos de pérdida  de salarios, de conquistas sociales, de dignidad humana del trabajador. La pérdida de gravitación política del Movimiento Obrero también fue inmensa. El Estado resultó desmantelado con las privatizaciones insensatas de empresas altamente estratégicas. El eje de la discusión por el reparto de la riqueza, pasaba por cómo reducir los costos laborales, es decir, cómo hacer para que el trabajador rindiese al máximo con el menor costo posible para la patronal.
En el 2001, como era previsible,  el modelo neoliberal estalló con un costo tremendo. 
Contra la enajenación  del patrimonio estratégico, Luz y Fuerza también dio una lucha histórica, enfrentó las políticas de vaciamiento y el intento de privatización de EPEC y con el acompañamiento de muchos cordobeses, ganamos.

A la salida de la crisis del 2001, vino una década que apuntó a la reconstrucción del estado, con políticas concretas de recuperación salarial, creación de empleo y recuperación de algunos sectores estratégicos. 
Luego vino el Gobierno de Cambiemos y otra vez la senda neoliberal. Argentina debiera aprender de una buena vez, que estos modelos siempre fracasan, dejando un gran costo social y enajenando nuestra soberanía. 


Trabajo digno, con salarios que alcancen. El desafío es la redistribución de la riqueza

Luz y Fuerza cordoba 2

Resumí brevemente la relación entre historia argentina y realidad del trabajo, porque hay un diagnóstico del que debemos partir para revertir la difícil situación social en la que nos encontramos. Gran parte del daño que dejaron los años 90, en el largo plazo, y en lo más inmediato, el macrismo,  gravita enormemente en nuestra realidad.   Nunca la Argentina logró recuperar los niveles de empleo, ni del poder adquisitivo de los salarios, previos a la Dictadura Militar. Y tenemos una importante porción de la población que oscila entre la desocupación y el trabajo precario, inestable, sin derechos ni Convenios. Igual de dañina es la concepción, que se insiste en instalar como “sentido común” desde los medios y sectores dominantes, según la cual los trabajadores somos un “costo laboral”, que nuestros salarios y conquistas son “privilegios” y que la riqueza debe generarse “libremente”, por las leyes “libres” del marcado. Nada más falaz.  Ante esto nada mejor que recordar las palabras de Juan D. Perón, que fue quien tuvo verdadera claridad respecto de cómo era posible lograr una Comunidad Organizada, donde nadie se realiza si no se realiza el conjunto: “Se ha dicho que sin libertad no puede haber justicia social, y yo respondo que sin justicia social no puede haber libertad. Ustedes, compañeros, ha vivido la larga etapa de la tan mentada libertad de la oligarquía; y yo les pregunto, compañeros: si había antes libertad o la hay ahora. A los que afirman que hay libertad en los pueblos donde el trabajador está explotado, yo les contesto con las palabras de nuestros trabajadores: una hermosa libertad, la de morirse de hambre”  

El desafío principal es ahora plantear a fondo la cuestión de la redistribución de la riqueza, para decirlo en términos simples, cuánto quedará para el trabajador, cuánto para el patrón y cuánto para el Estado. Para ello, habrá que hacer un gran esfuerzo para erradicar el trabajo en negro y toda forma de flexibilización laboral; para introducir cambios de fondo en el sistema impositivo; para que el Estado recupere empresas estratégicas como todas las del sector energético. que el crecimiento económico sea con redistribución y con Justicia social, con inclusión al trabajo de los sectores que hoy están afuera y sufren tremendamente. Porque el trabajo es el gran ordenador social.  El trabajo con derechos, con estabilidad y posibilidad de crecimiento económico para el trabajador.  Nosotros no tenemos privilegios como dicen algunos, tenemos derechos, porque somos generadores de riqueza, un eslabón fundamental en la rueda económica.

Pero por sobre todo, el Movimiento Obrero deberá avanzar mucho más en la reconstrucción de un poder político propio de los trabajadores organizados. Sin un Movimiento Obrero fuerte y protagonista político, no habrá cambios de fondo. Debemos tener el coraje de movilizarnos por todo lo que falta, sin caer en la trampa de los sectores neoliberales y de derecha, que ahora apuestan a provocar una confrontación caótica que derrumbe lo que se ha avanzado.

Esta es la pelea a la que estamos convocados. Y en el 1º de Mayo, vale recordar también a los que nos marcaron el camino, a los Agustín Tosco, los Atilio López y nuestros compañeros desaparecidos. A los lucifuercistas, a todos los trabajadores, un saludo fraternal.

* Gabriel Suárez - Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba

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