El sargazo, un ejemplo de lo que el cambio climático puede hacer al planeta

Desde 2014, la llegada masiva de sargazo, un tipo de macroalgas que contienen vesículas llenas de gas para mantenerse a flote y promover la fotosíntesis, ha aumentado debido al cambio climático.
El calentamiento del planeta elevó la temperatura del agua de los océanos, contribuyó al aumento de los nutrientes que incentivan el crecimiento de este organismo y modificó las corrientes marinas, empujando grandes cantidades de algas desde las costas de Brasil hasta el Caribe. Este año, la presencia de algas ha superado todos los registros y amenaza a varios países de la región.
“El sargazo es un ejemplo de lo que el cambio climático puede hacer al planeta al no tener cuidado del tratamiento de aguas residuales, inyectar tantos contaminantes al mar y emitir tantos gases invernadero”, afirma la investigadora de la UNAM, Rosa Elisa Rodríguez.
El sargazo aprovecha las aguas cargadas de nutrientes para reproducirse con facilidad. Los vertidos de la minería, la agricultura y la ganadería, sumados a la deforestación en la cuenca del Amazonas, han hecho que entre las algas se hayan encontrado metales pesados en proporciones muy pequeñas. A esto, le debemos sumar la sobreexplotación hotelera en la región del Caribe y la mala gestión de aguas residuales ha contribuido al problema. El 38% de las aguas residuales del Estado mexicano de Quintana Roo no son tratadas, según la Comisión Nacional del Agua.
Rodríguez explica que cuando el sargazo recala en las playas, se descompone y devuelve al agua un exceso de nitrógeno y fósforo que sirve de abono para que crezcan más algas. La científica cree que esta marea marrón está enfermando al mar porque impide el paso de la luz y reduce la concentración de oxígeno. Coral, varias especies de peces, tortugas y manglares se están viendo perjudicados en esta crisis ambiental. “Desde junio de 2018 a la fecha, calculamos que se ha perdido el 40% de los corales del caribe mexicano”.
Hasta ahora la lucha contra el sargazo se ha hecho a pequeña escala, principalmente desde la industria hotelera que intenta mantener las playas limpias para los turistas. El mar turquesa y la arena blanca se han convertido en un pantano.