Estiman que 10% del trigo sembrado en la zona núcleo se perdió y que hay en riesgo 400.000 hectáreas

Mercado 07 de octubre de 2022 Por El Objetivo
Según un informe, los agrónomos coinciden en que con cada semana que pasa sin lluvias importantes, los rindes se ajustan hacia abajo y cada vez es más difícil pensar en una recuperación.
TrigoSequia
La superficie ocupada con el cereal en la región se redujo a 1,2 millones de hectáreas. Foto: gentileza/archivo

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó hoy que se perdió el 10% del área sembrada con trigo por falta de lluvias en la región agrícola núcleo, lo que equivale a unas 130.000 hectáreas, y advirtió que, de continuar este escenario, otras 400.000 hectáreas en malas condiciones "podrían seguir el mismo destino".

De esta manera, la superficie ocupada con el cereal en la región se redujo a 1,2 millones de hectáreas, de las cuales un 34% está en mala condición, 46% en regular, 18% en buen estado y sólo un 2% en muy buen estado, detalló la entidad bursátil.

Según los técnicos de la entidad, en la localidad santafesina de Bigand la situación del trigo es muy mala, con un 20% de los lotes perdidos, mientras que en San Gregorio la situación es igual de crítica con un 35% de los trigos perdidos.

En la localidad bonaerense de Quiroga ya se perdió el 20% de la superficie, a la vez que en el norte de región núcleo la situación mejora gracias a algunos milímetros extras que recibieron en El Trébol.

Respecto a los rindes, la entidad bursátil estimó que existe un "techo" de productividad del cultivo de entre 30 y 35 quintales por hectárea (qq/ha), cuando "el año pasado se hablaba de pisos de rinde de entre 35 a 40 qq/ha".

"Los agrónomos coinciden en que con cada semana que pasa sin lluvias importantes, los rindes se ajustan hacia abajo y cada vez es más difícil pensar en una recuperación", concluyó el informe.

También la escasez de lluvias complicó el estado fenológico del trigo sembrado para la campaña 2022/23 en Entre Ríos, lo que también repercutirá en la producción final y el rendimiento promedio, advirtió hoy la Bolsa de Cereales provincial.

Para el ciclo agrícola se sembraron unas 500.000 hectáreas aproximadamente, donde la mayoría de los lotes se encuentran entre las etapas de espigazón y llenado de granos.

En esos momentos es cuando el cereal presenta su máxima demanda hídrica y donde el escenario de déficit actual repercute directamente en una caída en el rendimiento potencial, explicó el organismo.

Actualmente el rendimiento promedio provincial sería de 2.800 kilos por hectárea, pero de continuar "el vigente escenario" de lluvias y sequía "tenderá hacia la baja", por debajo del promedio provincial del último lustro (3.078 kilos por hectárea), dijo la Bolsa.

En tanto, el 21% de las plantas de trigo sembradas presentan una muy buena condición fenológica, el 49% fue calificado como bueno, un 23% se mantiene regular y el 7% fue decretado en mal estado.

Respecto a la primera semana de septiembre, la calificación de buena a muy buena cayó un 19%, lo que la entidad bursátil señaló como consecuencia de las pocas lluvias.

La precipitación promedio acumulada entre los meses de mayo y septiembre de los años desde 2010 y 2020 fue de 300 milímetros, pero en 2021 el total acumulado fue de 274, un 9% menor, y en 2022 llegó sólo a 128 milímetros.

Además, la distribución de lluvias fue muy dispar generando dos escenarios: el centro norte de Entre Ríos con más de 150 milímetros acaecidos -aún así, un 23% menos que el promedio histórico-, y el centro sur con un promedio de 120 milímetros (60% menor que la media).

Por otra parte, la Bolsa comunicó que el 90% de las cerca de 420.000 hectáreas sembradas con maíz de primera se encuentra en buen o muy buen estado fenológico.

El 10% restante presenta una condición regular o mala, en general debido a las heladas registradas durante septiembre, por lo que la situación fue calificada como "buena" y con "un un buen recuento de plantas" por hectárea.

Asimismo, se implantaron en Entre Ríos unas 18.000 hectáreas con girasol, que se mantienen con cuatro pares de hojas desarrolladas y una condición general buena, aunque las bajas temperaturas generaron un menor desarrollo.

Respecto al estado sanitario, se realizaron "controles puntuales" para combatir la oruga cortadora y en algunos casos, se planificó el control de maleza, a pesar de la falta de productos específicos para el cultivo. (Télam)

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