El adolescente de 15 años, acusado de haber jugado un rol fundamental en el asesinato de Sebastián Villarreal en febrero pasado en Córdoba, ha vuelto a encender la polémica. A mediados de septiembre, la jueza de Menores Nora Giraudo dispuso su libertad al considerar que, según la ley, no puede permanecer en centros de detención por ser menor de 16 años. Sin embargo, pocas semanas después, el joven fue nuevamente detectado en redes sociales exhibiendo armas y motocicletas.

El crimen que conmocionó a barrio Yofre Norte ocurrió el 29 de febrero cuando Villarreal, de 46 años, fue fusilado por motochorros al salir de su casa. La investigación reveló que el adolescente, junto a un joven de 17 años y dos adultos, integraba una banda dedicada al robo de motocicletas a mano armada. Con múltiples antecedentes, el menor había sido detenido y alojado en el Complejo Esperanza, del cual fue liberado bajo la indicación de una reubicación en un entorno familiar y con la prohibición de utilizar redes sociales.

A pesar de estas restricciones, apenas fue liberado, el joven comenzó a publicar fotografías que muestran su aparente reincidencia. En una de las imágenes más recientes, se lo observa empuñando un arma similar a la utilizada en el homicidio de Villarreal, mientras que en otra aparece junto a un niño que sostiene fajos de billetes. Estas publicaciones fueron detectadas por los patrullajes cibernéticos de la policía, quienes buscan pistas sobre posibles delitos en redes sociales.

La familia de Villarreal, profundamente afectada, expresó su indignación y desconfianza hacia el accionar judicial. Jimena, hermana de la víctima, criticó la decisión de liberación, afirmando que “la jueza tomó una medida destinada al fracaso”.