Caso Neonatal: “Hubo una mano asesina”, declaró la médica Moralez

Sociedad08 de enero de 2025 Por El Objetivo
"Necesito saber quién mató a esos niños, no sé si fue la acusada principal o no, pero quiero que se sepa quién fue y si alguien va a volver a hacerlo", añadió con vehemencia.
Adriana-Moralez
Adriana Moralez, encargada del comité de Seguridad del Paciente

En la tercera audiencia del juicio por las muertes de bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, Adriana Moralez, encargada del comité de Seguridad del Paciente, brindó un extenso testimonio que fue descrito como el de un testigo clave más que el de una imputada. Moralez enfrenta cargos por omisión de deberes de funcionario público y encubrimiento agravado, pero su declaración tuvo un tono enfático y revelador.

Al ser consultada por la fiscal Mercedes Balestrini sobre su convicción respecto a los hechos, Moralez expresó: "A la luz de los hechos, con dos autopsias con causa no natural, me resulta inevitable asociar que Gino, Isabella, tal vez Francisco, Benjamín y otros niños fueron víctimas".

Moralez afirmó no tener dudas de que hubo una "mano asesina" detrás de los hechos. "Necesito saber quién mató a esos niños, no sé si fue la acusada principal o no, pero quiero que se sepa quién fue y si alguien va a volver a hacerlo", añadió con vehemencia.

Coincidencias y análisis

Durante su testimonio, Moralez detalló las características comunes entre los casos: eran bebés nacidos a término, bien controlados, y descartó hipótesis alternativas como efectos adversos de la vacunación Covid, la administración de vitamina K y picaduras de insectos. Además, en su reconstrucción, ubicó a Brenda Agüero, la enfermera principal acusada, cerca de los bebés atacados.

Relató también cómo una médica expresó su sorpresa por la aparente "cualidad anticipatoria" de Agüero, quien advertía sobre descompensaciones antes de que los síntomas se manifestaran.

Defensa de la institución

Moralez también rechazó las acusaciones vertidas por la defensa de Agüero, como la existencia de malas condiciones sanitarias o delitos como el tráfico de órganos.

"No era una mugre, no se hacían experimentos ni había tráfico de órganos. El hospital Materno Neonatal era una institución excelente, que cuidaba a las madres y a sus bebés con amor y dedicación", declaró enfáticamente.

En su testimonio, también expresó su dolor por el daño causado a las familias de las víctimas y al personal del hospital. "No puedo dejar de pensar en esa bestia que entró al hospital e hizo semejante daño", concluyó.

El juicio sigue su curso con la expectativa de que se arroje luz sobre uno de los casos más conmocionantes de la salud pública en Córdoba.

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