Tras la dura derrota de Talleres ante Instituto por la última fecha del Grupo B de la Copa de la Liga, Pablo Guiñazú puso fin a su ciclo como director técnico interino del conjunto albiazul. En una conferencia de prensa cargada de emoción y tensión, el exjugador se despidió con autocrítica y firmeza: “Hasta acá llegué. No pude ayudar”.

Guiñazú no evitó hablar del mal momento deportivo que atraviesa el club y explicó su decisión: “Se viene la Copa Libertadores y hay que darle la seriedad que tiene. Perdí, perdí y perdí. Como hombre, corresponde ser responsable. Me duele en el alma, pero no pude ayudar”, expresó.

Durante la conferencia, el “Cholo” defendió a sus jugadores y se mostró molesto con algunos cuestionamientos: “No son muñecos, los jugadores. Para nerviosos ya estamos nosotros”, lanzó.

También descartó continuar en el cargo si se lo pidiera el presidente del club, Andrés Fassi: “No, Andrés ya sabe que no se trata de eso. Ya está. Hay que saber darse cuenta”.

Antes de retirarse, anunció que se tomará unos días de vacaciones para visitar a su madre y recargar energías, aunque dejó la puerta abierta para seguir vinculado a Talleres, pero desde otro rol: “No tengo problemas en seguir, pero no de jean. Me gusta el entrenamiento”.

Guiñazú cierra así su breve pero intensa etapa como entrenador, dejando un mensaje claro de compromiso y amor por el club.