El Consejo Directivo de la CGT manifestó este jueves su rechazo absoluto al proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno nacional y anunció una movilización a Plaza de Mayo para el jueves de la semana próxima, a las 15. La central obrera advirtió que la iniciativa oficial “precariza el trabajo”, “profundiza la informalidad” y se presenta en un país “empobrecido, sin inversión y en pleno industricidio”.

El anuncio lo realizó uno de los cotitulares de la CGT, Jorge Sola, en una conferencia de prensa desde la sede de Azopardo 802, luego de una extensa reunión del Consejo Directivo que se prolongó durante más de dos horas. A su lado estuvieron los dirigentes Cristian Jerónimo y Octavio Argüello, quienes reforzaron el rechazo colectivo de la conducción sindical.

Críticas al proyecto y reclamo por una mesa de diálogo

Sola señaló que la central “se opone terminantemente a cada uno de los puntos” incluidos en la reforma laboral, y cuestionó que el Gobierno avanzara sin acuerdo previo ni mesa de diálogo con los trabajadores y el sector empleador.

“La CGT reclama estar en el lugar de debate con los legisladores para discutir punto por punto. No puede tratarse esta ley entre gallos y medianoche”, afirmó el dirigente, al remarcar que el proyecto “pone en riesgo principios protectores del trabajo” y “no aporta soluciones a la informalidad, sino que la profundiza”.

Movilización y estrategia parlamentaria

La organización sindical resolvió convocar a una movilización “contundente” el jueves próximo en Plaza de Mayo. Al mismo tiempo, anunció que desplegará un plan de acción destinado a dialogar con legisladores y gobernadores, buscando frenar la aprobación de la iniciativa oficial en el Congreso.

El mensaje también será replicado en las “80 delegaciones regionales” de la CGT en todo el país, con el objetivo de que la estructura territorial de la central lleve el mismo posicionamiento a cada distrito y mantenga reuniones con los diputados y autoridades provinciales.

El proyecto ya está en el Congreso

El Gobierno giró este jueves el texto final al Congreso, donde el oficialismo buscará un tratamiento exprés en el Senado. Para lograrlo, deberá construir una mayoría con aliados y bloques provinciales, en un debate que promete ser uno de los más intensos del verano legislativo.

Mientras tanto, la CGT ya definió su hoja de ruta: presión parlamentaria, movilización en la calle y acciones judiciales para intentar frenar una reforma que, según la central obrera, “afecta directamente a los trabajadores y no soluciona ninguno de los problemas estructurales del empleo en la Argentina”.