El Sumo Pontífice se detuvo en oración ante la tumba del fallecido Papa, un momento cargado de simbolismo y recogimiento.
Robert Francis Prevost recibió el título cardenalicio en septiembre de ese año.
El vehículo desde el que el Sumo Pontífice saludó y estuvo cerca de millones de fieles en todo el mundo, será una unidad sanitaria móvil para los niños de Gaza.
El intendente Daniel Passerini invitó al Papa Francisco a nuestra ciudad, para compartir su mensaje de paz y desde Córdoba construir puentes de diálogo.
"El Santo Padre se encuentra desde esta tarde en el Gemelli para algunos controles programados precedentemente", informó el vocero papal. Según la prensa italiana, Francisco "tuvo problemas cardíacos".
El pontífice, que reducirá los desplazamientos en las próximas semanas, llegó en una silla de ruedas, acompañado por uno de sus colaboradores, a la audiencia prevista en el Aula Pablo VI del Vaticano.
“¡¡¡Nació Francisco!!! Con tu madre, Fabiola Yañez, estamos inmensamente felices. ¡¡¡Bienvenido a la vida!!!”, escribió Alberto Fernández en un mensaje que publicó en su cuenta oficial de Instagram.
"Y es también una denuncia de las injusticias cometidas contra la vida inocente e indefensa", aseveró el Papa. Para Francisco, "es un tema muy delicado, que al mismo tiempo requiere mucha competencia y gran justicia".
"La humanidad tiene una historia de amistad con las vacunas. Desde chicos, a nosotros, con la poliomielitis y otras, nos vacunaron y ninguno decía 'ni mu'", planteó el pontífice.
En el Vaticano, el Papa se reunió con unos 150 refugiados de todo el mundo, incluido un grupo de 20 afganos que llegaron a Roma el 20 de agosto procedentes de Kabul, en un vuelo humanitario organizado por el gobierno italiano.
La audiencia a solas entre el Papa y el mandatario argentino fue en el estudio del Aula Pablo VI -conocido dentro del Vaticano como "Il Fungo", y se extendió durante 30 minutos.
"Estoy contento de retomar estos encuentros cara a cara. Les digo una cosa: no es bello hablar adelante de nada, a una cámara", dijo el Papa a los cerca de 300 fieles que participaron de la audiencia general en el Patio San Dámaso, dentro del Vaticano.