Se trata del Inawentu oslatus, del Cretácico Superior de la Patagonia, encontrado en el área conocida como La Invernada, ubicada en la localidad neuquina de Rincón de los Sauces.
En Nijmegen, en la frontera con Alemania, un grupo de arqueólogos neerlendeses desenterró un santuario muy bien conservado que data de muchísimos siglos.
El hallazgo, por parte de un estudiante australiano, se vio a unos 4.000 años luz de la Tierra y libera ráfagas de energía tres veces por hora.
Los especialistas del Hermitage señalaron que el dulce resultó ser todavía comestible: un análisis determinó que en más de un siglo no se había formado ninguna bacteria patógena, ni siquiera moho.
La especie fue localizada en el municipio de Cruzeiro do Oeste, en el estado de Paraná (sur), a unos 530 kilómetros de Curitiba, en un lugar que se conoce como "Cementerio de los Pterossauros".
El hallazgo de los arqueólogos se dio en una capilla que fue construida en 1785. La conclusión de los investigadores fue que la extrusión póstuma del feto ocurrió pocos días después de la muerte de la implicada.
La especie nombrada "Brookesia nana", fue encontrada por un grupo de científicos durante una expedición en 2012, en las montañas del norte de la isla, pero no sabían que se trataba de individuos adultos.
Se trata del único registro realizado en su largo exilio europeo, entre principios de los años '70 y principio de los '80, producido por el francés Moshe Naim, que financió obras de Rafael Alberti, Pablo Neruda y Salvador Dalí, entre otros, y en aquellos años quedó maravillado con el arte del músico argentino.