Descubren un inusual agujero en la capa de ozono sobre el Ártico

EcoObjetivo 10 de abril de 2020 Por El Objetivo
Si bien este tipo de eventos es habitual en la región antártica durante la primavera en el hemisferio sur, en el polo norte no son tan comunes.

Investigadores del Servicio de Vigilancia Atmosférica han realizado un seguimiento de la “actividad inusual en la capa de ozono” durante la primavera en el Ártico y revelaron que la mayoría de la capa de ozono que se encuentra a una presión de entre 50 y 80 hPA, unos 18 kilómetros, “se ha agotado”.

Los datos de CAMS evidencian lo excepcionalmente reducidos que han sido los valores mínimos de la columna de ozono hasta la fecha en 2020, según el Servicio de Cambio Climático de Copérnico y CAMS.

Este fenómeno se produce cada primavera austral de la Antártida, sin embargo, los agujeros de ozono sobre el Ártico "son poco habituales, debido a que, por lo general, el hemisferio norte no cuenta con las condiciones necesarias para que se produzca un agotamiento de la capa de ozono tan marcado", según CAMS.

Cómo se forman estos agujeros

El agujero de la capa de ozono antártica lo causan químicos tratados por humanos como el cloro y el bromo que se depositan en la estratosfera. 

Por las características de viento en la atmósfera, estos compuestos se acumulan en la Antártica generando el agujero de ozono. Durante la primavera (Septiembre a Noviembre) el agujero de ozono alcanza grandes dimensiones y se debe a las características especiales de la Antártida.

Desde Mayo a Septiembre se produce un remolino de viento (vórtice) sobre el polo sur que mantiene aislado el aire del interior. Dentro del remolino se produce una gran baja de temperatura y creación de nubes estratosféricas de agua y ácido nítrico. Además, dentro de estas nubes polares se producen reacciones químicas que liberan cloro. Con la llegada de la primavera (Octubre Noviembre), aumenta la luz solar y las moléculas de cloro se activan destruyendo el ozono dentro del vórtice.

En el caso del Polo Norte, los científicos explican que las bajas temperaturas durante varios meses han propiciado la formación de las nubes estratosféricas en el hemisferio norte y esto ha producido largas pérdidas de ozono. 

Sin embargo, desde CAMS aseguran que el vórtice polar del Ártico se ha mantenido “excepcionalmente fuerte y duradero”, pero que las predicciones sugieren que las temperaturas han comenzado a bajar en el vórtice polar, lo que  significa que el agotamiento del ozono se ralentizará y detendrá, cuando el viento polar se mezcle con el aire rico en ozono de las bajas latitudes..

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