El río Paraná registra la peor bajante en 30 años y acentúa el impacto en la exportación de granos
El río Paraná, la principal fuente de agua dulce en la Argentina, registra la mayor bajante en treinta años y existen zonas en las que se puede cruzar caminando, lo que genera serias complicaciones para las exportaciones.
Esta bajante se produjo por las escasas lluvias en la cuenca Paraná-Paraguay, es decir, en el extremo noreste de la Argentina, el sureste de Paraguay y grandes zonas del sur brasileño.
En el último mes, el caudal del río bajó más de un metro: el 6 de marzo la altura del río era de 2,31 metros promedio, y este jueves registraba una altura de 1,05 metros frente a la ciudad santafesina de Rosario.
El actual nivel del río a la altura de las terminales portuarias rosarinas hace que los barcos de gran calado que se apostan en sus muelles, deban cargar, en promedio, de un 10% a un 12% menos del volumen máximo que podrían transportar en sus bodegas.
En el aspecto comercial, la falta de lluvias aguas arriba genera dificultades en el transporte y la logística vinculada, pero también está causando efecto en la fauna ictícola que está en riesgo y las cooperativas de pescadores que en medio de la pandemia y con esta bajante están impedidos a pescar.
En el puerto de la ciudad de Corrientes, según pudo constatar la agencia NA, los barcos y veleros quedaron literalmente sobre la arena porque el agua desapareció de toda el área donde se encontraban amarrados.