Lucas Gómez y Javier Alarcón, efectivos de la Policía de la Provincia de Córdoba se encuentran imputados por asesinar a Blas Correas.

Este caso evidenció que ambos policías presentan antecedentes penales sin resolver.

Los dos efectivos están imputados por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por tentativa de homicidio.

Tanto, Gómez como Alarcón, están acusados de disparar contra el vehículo en el que circulaba Blas Correas junto a otras cinco personas. De acuerdo a las últimas estimaciones, Gómez efectuó el disparo que asesinó al joven y Alarcón disparó a los neumáticos.

Este caso evidenció que ambos efectivos presentan causas penales inconclusas:

- Lucas Gómez esta acusado por encubrimiento en la causa penal contra Leandro Castañares, un violador serial que efectuó múltiples ataques sexuales en 2016 en la localidad de La Calera y la Ciudad de Córdoba.

- Javier Alarcón está imputado por los delitos de privación ilegítima de la libertad y lesiones leves calificadas por un hecho ocurrido en 2013 en Río Segundo.

Si bien, aún falta evaluar los resultados de la pericia de la bala hallada en el cuerpo de Blas Correas, la fiscalía del doctor José Mana, que investiga el crimen del joven, advirtió al Doce TV que está “casi probado” que fue el cabo Lucas Gómez quien fue el que disparó y asesinó al adolescente de 17 años en la madrugada del jueves 6 de agosto.

Continúa el proceso a los imputados de la Clínica Aconcagua

El fiscal José Mana lleva adelante la investigación por el caso de la muerte de Blas Correas, y anunció nuevos avances en el procedimiento judicial.

Según indicó a Cadena 3, hasta este jueves se buscaría resolver las imputaciones de dos trabajadores de la Clínica Aconcagua, a donde llegó el menor baleado, llevado por sus amigos, y donde no fue atendido. Ambos empleados del sanatorio fueron imputados por “omisión de auxilio”.

Blas Correas murió el 6 de agosto como consecuencia, en medio de un confuso episodio, de un disparo de un grupo de agentes de la Policía de Córdoba, mientras viajaba con cuatro amigos en un auto.

Al notar que Blas estaba herido, los amigos se dirigieron hacia este centro de salud y solicitaron que el menor sea atendido pero recibieron una negativa de parte de los ahora imputados, quienes les dijeron que por ser una herida de bala, se debían dirigir al Hospital de Urgencias o llamar al 107.

Días atrás, el abogado de la familia Blas Correas, Alejandro Pérez Moreno, dijo: “Lo llevaron para salvarle la vida, incluso el propio director del Hospital de Urgencias manifestó que, en caso de heridos de bala, son porcentajes altos que se pueda salvar. No es lo mismo encontrar una persona que fue víctima de un accidente en la calle y no frenar. Estaban cumpliendo una función de salvar vidas y curar, con médicos y no se lo asistió”.