El detalle de la ayuda brindada por Chile a los ingleses en el 82

Sociedad 01 de abril de 2021 Por El Objetivo
Desde tareas de inteligencia y la cooperación logística fueron constantes. Para el 6 de abril, Santiago ya había “ofrecido” los servicios de su fuerza aérea y naval, todo ello autorizado por el dictador Augusto Pinochet.
Thatcher-Pinochet
Augusto Pinochet junto a Margaret Thatcher. Foto: gentileza

El apoyo chileno a Gran Bretaña en la guerra de Malvinas fue clave para que el gobierno de Margaret Thatcher consiguiera la victoria en el disputado archipiélago.

Así lo afirmó Sidney Edwards, el oficial de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) enviado por la premier conservadora a Santiago para conseguir el apoyo secreto de Augusto Pinochet, en entrevista a la revista chilena Qué Pasa.

"Mi opinión personal, y creo que fue compartida por mis jefes en el Ministerio de Defensa y por Margaret Thatcher, es que la ayuda que recibimos de parte de Chile fue absolutamente crucial. Sin ella, hubiésemos perdido la guerra", especuló Edwards.

Edwards relató en su libro que el mismo día en que llegó a Santiago de Chile fue recibido por el comandante jefe de la Fuerza Aérea chilena, Fernando Mathei. "El general Matthei me dio la mano cálidamente", cuenta Edwards. Y asegura: "Me ofreció cooperación total dentro de los límites de lo práctico y de lo diplomáticamente posible. Enfatizó la necesidad de mantener el secreto."

"Obviamente el general Matthei era un hombre muy pragmático y sabía dos cosas clave: que si Chile no nos ayudaba en la guerra, después los argentinos caminarían derecho a tomar las islas del canal Beagle. Lo otro es que Matthei sabía que ésta era una oportunidad ideal para conseguir armamento, inteligencia y otras cosas que normalmente no habrían conseguido", asegura Edwards.

Apoyo logrado

Sidney Edwards expresa que para su misión fue útil encontrarse en una dictadura. Todo se conseguía rápido: a los pocos días ya tenía un carné de identidad y una licencia para manejar. Vivía con un pie en la embajada británica y otro en las oficinas centrales de la Fuerza Aérea chilena. Desde ahí coordinó el uso de un radar de largo alcance en Punta Arenas, que permitía ver los movimientos aéreos en Ushuaia, Río Gallegos, Río Grande y Comodoro Rivadavia. “El general Vicente Rodríguez y yo acordamos que crearíamos un sistema para poner esta información al alcance de la fuerza en la misión”, explica Edwards en su libro. También coordinó, junto con Londres, la llegada a Santiago de un equipo del Servicio Aéreo Especial británico (SAS)  con un sistema satelital de comunicaciones seguro.

Sidney Edwards
Sydney Edwards.

En ese sentido, la principal contribución, de acuerdo a Edwards, fue la información del radar chileno en Punta Arenas. “Lo más importante fueron los avisos tempranos de ataques aéreos”, dice el ex piloto. “Sin éstos, cuando tienes un fuerza de mar sólo con una pequeña defensa aérea, como teníamos, habríamos tenido que montar patrullas aéreas de combate carísimas y aviones volando constantemente, listos para interceptar intrusos.”

Las palabras del General Fernando Matthei

El general (r) de la Fuerza Aérea de Chile, FACH, Fernando Matthei Aubel, develó en 1999 que el hizo "todo lo posible para que Argentina perdiera la Guerra de las Malvinas”.

Matthei, quien fue agregado militar en Londres entre 1971 y 1974, detalló que “Chile no tuvo nada que ver en las Malvinas. Fui yo, por mi cuenta. Toda la nación argentina puede estar resentida conmigo”. Matthei aseguró haber tomado la iniciativa luego que recibiera informes de un gran movimiento de las tropas argentinas en la Patagonia. “Llegó a Chile por aquel entonces el commander Sidney Edwards y negociamos la entrega de aviones, misiles antiaéreos y radares a cambio de información. ¿Si hablé con Pinochet? Sí, pero fui lo suficientemente vago para que él se desentendiera si algo andaba mal. Los apoyamos con monitoreo permanente, radares y escuchas con dispositivos electrónicos”.

Fernando Matthei
El general (r) de la Fuerza Aérea de Chile, FACH, Fernando Matthei Aubel.

Matthei justificó su decisión tras escuchar las palabras del dictador argentino Leopoldo Galtieri, asegurar públicamente que “las islas Malvinas era el primer paso y que el siguiente era la recuperación de los otros terrenos."

En aquel momento las relaciones entre la Argentina y Chile atravesaban momentos críticos, a partir de las diferencias que había entre ambos países en torno de los límites fronterizos, que fueron zanjados con el Tratado de los Hielos Continentales en 1991″.

Operación Fingent: el radar que los británicos vendieron a Chile

Durante el conflicto armado, Chile contaba conun radar Thomson-CSF, ubicado en las cercanías de Punta Arenas, y daría alertas por despegues desde Ushuaia, Río Grande y Río Gallegos. Sin embargo, quedaba una gran zona sin poder ser vigilada por radar: toda la provincia de Chubut y la base de Comodoro Rivadavia.

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Así que, con la autorización política, llegaron las operaciones militares. La llamada "Operación Fingent", se puso en marcha y se decidió vender a un módico precio a Chile un equipo transportable Marconi S259, que pertenecía a la Reserva Móvil de la fuerza aérea británica.

El lugar de emplazamiento, finalmente, lo decidió el General Matthei: estaría en Balmaceda, a la altura de Comodoro Rivadavia y sería protegido por el Ejército de Chile. 

Radares

La información que obtenía el radar se enviaba por medios seguros al cuartel general del servicio de inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile. Desde allí, un equipo especial británico que operaba un equipo de comunicación vía satélite lo enviaba a su flota.

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