Los cultivos que se siembran en los períodos de frío resisten las bajas temperaturas e, incluso, prescinden del uso de invernáculos o de cubiertas de protección.

Esta época es fundamental para realizar tareas en en nuestro huerto de manera tal que además de cosechar lo sembrado, se prepare para la temporada primaveral.

En la temporada de Otoño-Invierno, se pueden seguir cultivando especies que se adaptan a las dos temporadas como: Acelga, Lechuga, Achicoria, Rabanito, Zanahoria. Hay otras que son propias de esta temporada como: Cebolla, Puerro, Coliflor, Brócoli, Repollo, Habas, Remolacha, Arveja, Ajo, Espinaca, Escarola.

Además, se recomienda también sembrar plantas aromáticas que sobreviven al invierno y las flores de estación como la caléndula, prímula y violeta de los alpes para atraer insectos benéficos para la huerta.

Asimismo, en invierno se inicia con la siembra de especies de primavera-verano tales como el pimiento (en julio, agosto y septiembre), el tomate, la albahaca y la berenjena (en agosto, septiembre y octubre), entre otros. Para estas especies se debe tener en cuenta la protección del frío directo.