Alberto Fernández habló en Santa Fe y pidió unidad “contra la derecha”
El presidente Alberto Fernández envió un nuevo mensaje de unidad hacia el Frente de Todos, luego de la reaparición en un acto multitudinario de la vicepresidenta Cristina Kirchner, y aseguró que hay que saldar las diferencias para poder volver a ganarle a “la derecha” en 2023.
Dos horas después del discurso de la titular del Senado, el jefe de Estado encabezó junto al ex presidente de Bolivia, Evo Morales, en Santa Fe, la presentación de un documental.
"Si la política es un juego de representación de intereses nosotros representamos en los desposeídos, a los descamisados. Si nosotros seguimos creyendo en todo eso, no tenemos ninguna otro alternativa que unirnos indisolublemente para enfrentar a la derecha y volverle a ganar", enfatizó Fernández.
Sobre el final de su discurso, el mandatario nacional expresó: "Si es que hay diferencias entre nosotros, porque por qué vamos a pensar que entre nosotros tiene que haber un discurso único por qué va a ser eso. Si existen diferencias, saldemos las diferencias".
En el marco de la Feria del Libro Nacional y Popular, agregó: "Unidad en la diversidad para enfrentar a la adversidad. La adversidad se llama derecha, compañeros, entendámoslo. La adversidad no está entre nosotros, está enfrente. Nos sigue amenazando todos los días, un día le ponen la pistola en la cabeza a Cristina y otro día le ponen la pistola al pueblo argentino".
El mandatario nacional lanzó el mensaje a la interna del Frente de Todos luego de que Cristina Kirchner deslizara críticas a su gestión, pero con tono menor al que esperaban a Casa Rosada.
La vicepresidente dijo que no se arrepentía de haberlo puesto como líder de la fórmula en 2019 y señaló que está dispuesta a hacer "lo que tenga que hacer" para que el pueblo "recupere la alegría" en 2023.
“Empezó mi semana con Lula (Da Silva) libre y presidente de Brasil y terminó con Evo en suelo patrio militando por los más humildes”, afirmó Fernández en relación a Morales y a su viaje del lunes pasado a San Pablo para celebrar con el mandatario electo de Brasil.