El fiscal Raúl Garzón decidió elevar a juicio por cinco homicidios y otros ocho intentos de asesinar a Brenda Agüero, la enfermera que está detenida desde agosto del año pasado en la cárcel de Bouwer.

Según la pruebas presentadas por Garzón, resultado del peritaje multi e inter disciplinario, se concluyó que hubo asesinatos en serie de los recién nacidos.

Según publica La Voz, entre estas pruebas, se destacan las conclusiones del informe toxicológico forense de Policía Judicial que entregó evidencias de que se utilizaron aplicaciones de potasio, en algunos casos, y de insulina, en otros, para atacar a los recién nacidos del Neonatal.

“Los análisis de valores de laboratorio, arrojados en los recién nacidos, tanto en función de los tomados en “tiempo real” durante la vida de ellos, cuánto a través de los análisis de humor vítreo, líquido cefalorraquídeo y sangre en los fallecidos muestran valores muy elevados para potasio en los neonatos: M. M., G. R. y P. . que podrían atribuirse, con gran verosimilitud, al ingreso externo de una fuente de potasio”, señalan los peritos.

A su vez, indican que “T. L. y L. muestran elevadísimos niveles de insulina, en línea con intoxicación grave mortal, por ingreso masivo externo, como los registrados en homicidios”.

Por otro lado, en varios casos analizados los niveles hallados de hiperpotasemia “son compatibles con la muerte”, según este informe. Esto se observó, incluso, en dos casos que no terminaron de ese modo: el de F.A., nacida el mismo 6 de junio, la guardia en la que murieron otras dos bebas y el de P.M. en el que “se observan niveles de potasio muy elevados considerados como causal de intoxicación aguda y/o muerte”, dice el peritaje toxicológico.