Siguen subiendo las tasas de plazo fijo: cuánto pagan por depósitos de $1 millón

El mercado de plazos fijos en Argentina atraviesa una nueva ola de incrementos en las tasas nominales anuales (TNA) ofrecidas por los principales bancos. De acuerdo con un relevamiento de Infobae, el promedio del sistema saltó del 35,8% al 44% en tan solo siete días, impulsado por la competencia entre entidades de capital nacional, extranjero y digital.
La brecha entre la tasa más alta y la más baja del sistema financiero ya genera una diferencia de hasta $15.000 por cada depósito de $1 millón a 30 días, lo que reconfigura la elección de los ahorristas que buscan mayor rentabilidad en pesos.
Entre los bancos de mayor volumen, el Banco Nación elevó su tasa del 39% al 44%, ofreciendo $1.036.164 al vencimiento por cada millón invertido. En contraste, el Banco Santander Argentina decidió mantener su TNA en 37%, con un rendimiento de $1.030.411, quedando rezagado frente a sus competidores.
El Banco Galicia acompañó el salto general y llevó su tasa del 35,25% al 41%, mientras que el Banco Provincia de Buenos Aires la actualizó de 34% a 39% y alcanzó el 48% en su canal digital Cuenta DNI, uno de los más competitivos del sistema.
Por su parte, el Banco Macro marcó una de las subas más pronunciadas, pasando del 36,5% al 48%, lo que representa una ganancia de más de $39.000 mensuales por cada millón depositado. También se sumaron al incremento el Banco Credicoop (42%), el Banco Hipotecario (49%), el Banco Mariva (52%) y el Banco Provincia de Córdoba (46%).
En el segmento de la banca extranjera y digital, el ICBC subió su TNA de 35,15% a 42,4%, mientras que el Banco Ciudad pasó de 31% a 38%. Sin embargo, las entidades regionales y fintech financieras dominaron la escena con rendimientos que superan el 54% anual.
El Banco Bica lidera el ranking con una tasa del 54%, seguido de cerca por Banco CMF, Banco Meridian, Banco VOII, Crédito Regional y Reba, todas por encima del 53%. Este grupo consolida un nuevo segmento de alta rentabilidad que atrae tanto a clientes tradicionales como a inversores digitales.
Con este movimiento, el sistema financiero argentino se encamina hacia un nuevo escenario de tasas competitivas, donde la digitalización y la rapidez de acceso a productos de inversión se vuelven factores determinantes para captar depósitos en pesos.