Fue durante un operativo realizado por el Instituto de Protección Ambiental y Animal en el restaurante RAKÚ, ubicado en Av. Deodoro Roca al 1000.
Los grandes generadores deben contar con un servicio de recolección particular y un plan de gestión ambiental. Además, a través de GPS se realiza la trazabilidad del transporte.
Además, se constató la falta de Habilitación y el incumplimiento a toda la normativa ambiental correspondiente para funcionar como expendedores de combustible.
El presidente del Instituto de Protección Ambiental y Animal habló en diálogo con el Objetivo sobre la situación ambiental en Córdoba.
Entre sus funciones se destacan la gestión del Registro de Grandes Generadores de Residuos. También, la Promoción Ambiental y Bienestar Animal, y la evaluación de Impacto Ambiental y Cambio Climático.