El terremoto y los fuertes temblores posteriores causaron más de 108.000 heridos en Turquía y llevaron a millones de personas a refugiarse en tiendas de campaña o a tratar de trasladarse a otras ciudades.
Excavaban para llegar a una abuela, madre e hija de una sola familia. El número oficial combinado de muertos en Turquía y Siria aumentó a casi 36.000 y parece que seguirá creciendo.
A casi una semana del hecho, ya van contabilizados más de 28.000 muertos. Decenas de miles de socorristas trabajan entre las ruinas en busca de señales de vida, donde según el jefe humanitario de la ONU, "el saldo de víctimas se va a duplicar o más".
El terremoto que afectó a Turquía y Siria ya dejó más de 24 mil fallecidos y cientos de miles de personas desamparadas. Hoy continúan los rescates entre los escombros y de a poco llega ayuda internacional.
La cifra de víctimas fatales sigue en ascenso y estiman que siga creciendo con el correr de las horas. El terremoto va camino a ser el más mortífero en Turquía desde 1999, cuando un temblor de fuerza similar causó más de 17.000 muertos.
Muchos habitantes de las zonas afectadas habían dormido en sus coches o en la calle bajo mantas, frente al temor de volver a entrar en los edificios sacudidos por el temblor.
Christian Atsu fue encontrado con vida tras quedar sepultado bajo los escombros en el terremoto que sacudió Turquía, según informó el martes el vicepresidente de su club, el Hatayspor.
Mientras los rescatistas siguen trabajando para poder encontrar a los miles de desaparecidos que aún quedan entre los escombros, el sumo pontífice se refirió a las graves consecuencias que dejaron los temblores.
En este marco, el vicepresidente turco Fuat Oktay precisó que las duras condiciones meteorológicas dificultaban la llegada de ayuda a las regiones afectadas y la realización de rescates.
Serían más de 500 personas fallecidas, mientras que otras miles resultaron heridas tras un fuerte terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el centro de Turquía y el noroeste de Siria.
La vacunación contra el coronavirus está dirigida al personal médico de dos hospitales en la provincia de Idlib, el último gran bastión yihadista y rebelde. Las dosis llegaron en el marco del programa solidario Covax.
"Creo que normalmente la gente necesita poder recuperar alguna forma de normalidad, parte del proceso de seguir adelante después de haber vivido lo que han vivido", contó el bonaerense.