Casi tres años después de descubrirse los primeros casos de Covid-19 en la ciudad de Wuhan, China continúa con su estricta política contra el virus, con confinamientos, cuarentenas y pruebas masivas.
Las nuevas maniobras constituyen "una solemne disuasión contra Estados Unidos y Taiwán por seguir haciendo trucos políticos y socavar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán", dijo Shi Yi, portavoz del Comando del Teatro Oriental del ejército chino, en un comunicado.
"Los alumnos de primaria y secundaria seguirán estudiando a distancia desde casa", declaró el portavoz de la capital, Xu Hejian. La medida de un regreso escalonado quedó suspendida rápidamente por el nuevo registro.
Con salida programada para el sábado y domingo, los vuelos traerán al país nuevas dosis de la vacuna de Sinopharm. Se trata de la vigesimoquinta y sexta operación de traslado de vacunas realizada por la empresa.
Se trata del segundo de los tres aviones que traerán un millón de vacunas desde Beijing. El nuevo cargamento se aplicará a personas que ya recibieron la primera dosis.
La aeronave tocó pista en Ezeiza a las 19.55 donde fue recibido por la Ministra de Salud, Carla Vizzotti y por el presidente de la línea de bandera, Pablo Ceriani. Mañana arribarán más dosis desde Moscú.
Lo que se intenta con esta medida es supervisar la seguridad sanitaria y de los alimentos en los mercados de productos frescos, especialmente después de los brotes de Covid-19 en Wuhan a finales de diciembre y en Beijing en junio.
Esta medida se toma después de que la capital elevase ayer el nivel de alerta sanitaria del 3 al 2, después del brote de la enfermedad registrado en el principal mercado.
En tanto, Brasil se aproxima a los 42.000 muertos por la pandemia y pasa a ocupar el segundo lugar en la cuenta global de decesos por la enfernedad, que sigue haciendo estragos en Perú, Chile y México.
A cinco días de que comience la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (Parlamento) y luego de varias semanas sin nuevos contagios de coronavirus en la capital china las autoridades cambiaron la disposición, y ahora es una recomendación.
Natalia Sanz vive en China y contó sobre la situación en ese país que de a poco vuelve a la normalidad. Aconsejó a los argentinos que tengan conciencia y "se lo tomen enserio".