El telescopio James Webb detectó el primer signo potencial de vida biológica en el espacio

Viral18 de abril de 2025 Por El Objetivo
Se cree que el exoplaneta K2-18b, que se encuentra a 124 años luz de distancia, está completamente cubierto de agua y tiene grandes cantidades de sulfuro de dimetilo, un gas producido sólo por organismos vivos.
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El telescopio James Webb detectó el primer signo potencial de vida biológica en el espacioImagen: ilustrativa

El telescopio espacial James Webb (JWST) ha revolucionado la búsqueda de vida extraterrestre al detectar un signo potencial de vida biológica en el exoplaneta K2-18b, ubicado a 124 años luz de la Tierra. Este hallazgo, publicado en The Astrophysical Journal Letters, podría ser un hito en la astrobiología y ha captado la atención de científicos y entusiastas del espacio en todo el mundo. ¿Estamos ante el primer indicio de vida más allá de nuestro planeta? 

¿Qué es K2-18b y por qué es especial?

K2-18b es un exoplaneta clasificado como súper Tierra o sub-Neptuno, con un tamaño 2.6 veces mayor que el de nuestro planeta. Orbita en la zona habitable de su estrella, una enana roja, lo que sugiere que podría albergar agua líquida, un ingrediente esencial para la vida. Este mundo, posiblemente un planeta habitable con un océano global cubierto por una atmósfera rica en hidrógeno, ha sido objeto de estudio intensivo por su potencial habitabilidad.

El hallazgo del James Webb: Dimetilsulfuro (DMS), un biomarcador clave

Utilizando el instrumento MIRI del JWST, un equipo liderado por Nikku Madhusudhan (Universidad de Cambridge) detectó dimetilsulfuro (DMS) y/o dimetildisulfuro (DMDS) en la atmósfera de K2-18b, con significancia estadística. En la Tierra, el DMS es producido casi exclusivamente por fitoplancton marino, lo que lo convierte en un biomarcador prometedor. La señal es notablemente fuerte, con concentraciones miles de veces superiores a las terrestres, lo que sugiere una fuente robusta, posiblemente biológica.

Además, los científicos confirmaron la presencia de metano (CH₄) y dióxido de carbono (CO₂), junto con la ausencia de amoníaco (NH₃), lo que refuerza la hipótesis de un océano líquido en la superficie. Estos datos han generado un entusiasmo sin precedentes, aunque los expertos advierten que aún no es una prueba definitiva de vida.

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¿Vida extraterrestre o procesos químicos?

Aunque el DMS es un indicio emocionante, los científicos son cautelosos. La detección no alcanza el umbral de 5σ necesario para considerarse definitiva, y algunos procesos químicos no biológicos podrían producir DMS en una atmósfera rica en hidrógeno como la de K2-18b. Expertos como Sara Seager han enfatizado que se necesitan más observaciones para confirmar si este gas es un verdadero signo de vida o el resultado de fenómenos abióticos desconocidos.

Próximos pasos en la búsqueda de vida

El equipo de Madhusudhan planea realizar nuevas observaciones con el JWST para fortalecer la detección del DMS y alcanzar una mayor certeza. Además, los datos de MIRI pronto estarán disponibles para que otros científicos los analicen de forma independiente. En el futuro, telescopios como el Habitable Worlds Telescope podrían proporcionar más pistas sobre K2-18b y su potencial para albergar vida.

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