Corea del Norte disparó hoy cuatro misiles balísticos de corto alcance hacia el mar Amarillo, informó el Ejército surcoreano, en nuevos lanzamientos que se suman a la larga serie efectuada esta semana.
El disparo obligó a residentes del norte de Japón y de una isla surcoreana a refugiarse en búnkeres subterráneos. En respuesta, Corea del Sur y Estados Unidos decidieron extender maniobras militares en marcha esta semana.
Se trata del séptimo lanzamiento de Pionyang desde el 25 de septiembre. El martes pasado, un vector norcoreano había sobrevolado el cielo nipón por primera vez en cinco años.
Las restricciones fueron relajadas dado que la crisis de salud pública creada en el país fue completamente desactivada y todo su territorio se ha vuelto libre y limpio del maligno virus.
El régimen de Pyongyang considera a los mandatarios del país vecino como responsables de contagiar el Covid-19 y proclama que logró vencer la enfermedad.
Todo esto ocurre después de una visita de la congresal estadounidense, Nancy Pelosi, a la isla de Taiwán en el marco de su gira por Lejano Oriente.
La acción coordinada de Seúl y Washington se produce un día después de que Pyongyang disparara un número idéntico de misiles balísticos de corto alcance desde varias localizaciones de su territorio.
El ejército surcoreano detectó un misil balístico no identificado y está monitoreando de cerca la situación.
La decisión del Gobierno de Kim Jong-un se sustenta en la necesidad de "preservar la salud pública de los deportistas", según indicó el espacio DPRK (Democratic People's Republic of Korea) Sports, un órgano de comunicación estatal especializado en asuntos deportivos.
El Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur denunció que su vecino del norte trató de obtener tecnología relacionada con la vacuna y el tratamiento contra la Covid-19.
Cada misil era transportado por vehículos de 11 ejes de largo y según Akit Panda, de la Federación de Científicos estadounidenses, se trata del "mayor misil móvil de combustible líquido visto hasta ahora".
El posible contagio afecta a un ciudadano que el domingo pasado llegó a la ciudad fronteriza de Kaesong tras haber cruzado la demarcación con control militar que separa a ambos países, informó la agencia noticiosa estatal KCNA.