Las aeronaves son un Embraer Praetor matrícula LV-KGJ y otro LearJet, ambos utilizados habitualmente por Cristina Fernández de Kirchner.
Los aviones que participaron del siniestro fueron un bombardero Boeing B-17 Flying Fortress y un caza Bell P-63 KingCobra, ambos de la Segunda Guerra Mundial.
Los trabajos realizados representan el 25% de la totalidad de los Sistemas de Aterrizaje por Instrumento instalados en el país. Las obras garantizan mayor seguridad y la posibilidad de realizar aterrizajes en condiciones de baja visibilidad.
La medida ya fue tomada por varios países europeos y Canadá. El país norteamericano se sumó a sus aliados europeos y tomó la misma medida.
Las medidas de fuerza se repetirán el 22 y 23 de febrero y el 3 de marzo.
Se trabaja intensamente en el norte de Punilla y en la zona del cerro Pan de Azúcar. Dos aviones hidrantes y dos helicópteros apoyan las tareas en este último frente.
Se trata de Petrel, que estaba a punto de concretar la primera venta de aeronaves diseñadas, fabricadas íntegramente en Argentina por más de 30 años. Ahora, por problemas burocráticos, peligra su continuidad.
Medios británicos, la cadena Sky News afirmó que los investigadores dieron con el cuerpo que estaba en el avión que trasladaba al futbolista argentino, desde el Canal de la Mancha hasta Cardiff.
La visita a Córdoba del presidente dejó como saldo una crítica directa al kirchnerismo por la gestión que durante más de una década llevó adelante al frente de la Fábrica de Aviones (Fadea). El jefe del Estado dijo que la empresa estatal también estuvo atravesada por “la desidia, el abandono, la falta de inversión y el oportunismo”.