Economistas advierten que la inflación se mantendrá en un piso alto durante el segundo semestre
Los economistas Aldo Abram y Gabriel Caamaño consideraron hoy que "no hay nada que festejar" con el dato del 3,2% de inflación en junio, y advirtieron que está siendo "retrasada" con inconsistencias.
Ambos economistas criticaron también el comunicado del Ministerio de Economía, que resaltó una "desaceleración de la inflación en junio".
Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, señaló que la desaceleración "tiene que ver con una menor emisión del Banco Central", y estimó que el costo de vida se mantendrá entre el 3% y 4% en el segundo semestre.
"También se mantiene el congelamiento de las tarifas y se sube el tipo de cambio mayorista artificialmente a un ritmo menor al que va perdiendo el valor de la moneda", advirtió en declaraciones a NA.
El economista sostuvo que "técnicamente no está bajando la inflación, sino que la están retrasando, y eso se refleja en el conjunto de los precios". Explicó que los precios en las góndolas de los supermercados "se rigen por el dólar mayorista".
"Si bajan eso está bueno para la gente, y el gobierno cree que así después los votan", señaló.
"Esta política ayuda a que hasta las elecciones se desacelere la inflación un poco, pero dudo que sea por debajo del 3%", pronosticó.
Abram consideró que la situación de los precios es "insostenible" y recordó que "esto ya pasó en el 2013 y 2014, retrasaron el tipo de cambio y después de las elecciones subió más del 30%".
Considero que la inflación "se va a complicar en el primer semestre del año próximo, cuando se tengan que actualizar fuertemente las tarifas y el tipo de cambio".
Por su parte, Caamaño, economista jefe de la Consultora Ledesma, consideró que la inflación está "en línea con lo esperado por las consultoras privadas, y no hay nada que discutir, pero tampoco hay nada para festejar".
Expresó que "ayudaron a bajar la inflación los productos estacionales, pero la desaceleración que se festeja, es de un piso muy alto".
Explicó que en junio, por las mayores restricciones, hubo caídas en la industria y la construcción, y "por eso muchos precios desaparecieron, porque también cayó la demanda".
"Estos niveles de inflación muy altos, son un piso, a pesar de que las tarifas están congeladas y están pisando el tipo de cambio", advirtió Caamaño.
"Ahora en el segundo semestre con expansión fiscal y monetaria y salida de restricciones, es factible que la inflación tenga un piso muy alto, y es poco serio marcar una desaceleración", dijo.
El economista agregó que se debería "estar discutiendo cuál es el plan para salir de esta situación de los precios, que se ha convertido en una fábrica muy eficiente de generar pobreza". (NA)