Encuentran vida en un lago sumergido a un kilómetro de profundidad de la Antártida
Un equipo de investigadores estadounidenses ha encontrado vida en las aguas del lago Mercer, el más profundo y hasta ahora inexplorado de la Antártida. A pesar de estar enterrado bajo una capa de hielo de un kilómetro de grosor, con una presión elevada, ausencia total de luz sol y una temperatura de medio grado bajo cero, los científicos han hallado 10.000 células de bacterias por cada mililitro de agua, según informa la revista Nature.
La importancia del hallazgo es que las condiciones para la vida aquí son muy hostiles pero, similares a las de los lagos de Marte o los océanos existentes bajo la superficie de las lunas de Júpiter y de Saturno, por lo que podría arrojar luz sobre las condiciones necesarias en que se puede generar vida en otros mundos.
El lago Mercer forma parte de un conjunto de unos 300 lagos subglaciales de la Antártida y hasta el momento había permanecido inalterado, solo se había podido estudiar, de forma indirecta, utilizando radares capaces de penetrar en el hielo, así como otras técnicas de sensor remotas.
El descubrimiento sorprendió a los científicos, informó Nature, que no se esperaban hallar nada más complejo que microbios unicelulares.
Muestra de agua tomada del lago Merced.
Los investigadores tienen la hipótesis de que estos organismos habitaron los lagos y ríos en las montañas de la Antártida, durante periodos cálidos en que los glaciales disminuyeron, aproximadamente en los últimos 10.000 o 120.000 años. Luego, el clima se enfrió de nuevo y una capa de hielo catpultó estos lagos.
De todas maneras los científicos desconocen, ¿cómo llegaron esos crustáceos o tardígrados al lado? y esperan encontrar la respuesta con el estudio del material con carbono y secuenciar el ADN de las criaturas. Así se podría saber cuándo y hasta dónde disminuyeron los glaciales de la Antártida hace miles de años.
Importancia del descubrimiento
La Antártida contiene el 90% de todo el hielo de la Tierra y el 70% de su agua dulce. La velocidad de deshielo del continente se ha triplicado en tres décadas. Si llegase a derretirse por completo, el nivel del mar subiría 60 metros, cambiando el mapa terrestre y dejando bajo agua ciento de ciudades costeras.
La expedición estadounidense ha empleado técnicas para reducir al mínimo la entrada de agua del exterior en el lago y ha usado radiación ultravioleta para aniquilar microbios de la superficie presentes en el equipo de perforación. Este es el segundo lago al que accede el equipo después de haber alcanzado el cercano Whilans en 2013, donde también encontraron abundante vida microbiana.
Se piensa que el lago desagua en el mar de Ross, en el sur del continente, con lo que es una pieza clave para entender cómo la desconocida e invisible red de lagos bajo el hielo antártico contribuye al balance de agua en los océanos. Este tipo de expediciones “cambian nuestra concepción del quinto mayor continente. No podemos seguir viéndolo como un enorme e inofensivo bloque de hielo. En su lugar vemos que bajo el hielo está el mayor humedal de la Tierra que juega un papel a nivel global”, resalta Priscu.