Desde el Objetivo durante el mes de marzo celebramos el protagonismo de la mujer. En esta oportunidad dialogamos con la defensora de Niñas, Niños y Adolescentes de Córdoba, Amelia López.

- ¿Cómo fue el camino recorrido hasta llegar a convertirte en una referente en la defensa de las problemáticas que afectan a niños y adolescentes?

- El camino que he recorrido comenzó muy de joven y fue en la medicina, un ámbito en el que todavía las mujeres no tenían el protagonismo ni el lugar que tenemos hoy. Me tocó específicamente trabajar en el ámbito gremial, en la representación medica, siendo joven y mujer en el Colegio Médico; y en el Consejo Médico como consejera, en tiempo donde las mujeres éramos una ínfima minoría y mucho más si éramos mujeres jóvenes. Había mucha resistencia y mucho menos precio por el espacio que podíamos ocupar, y allí fue el comienzo de mi camino en la militancia gremial como así también en la social, desarrollando una larga historia en la vida política. En esa vida política precisamente mi sello fue buscar que las mujeres pudiésemos expresarnos con una voz propia, con un lugar distinto, con una mirada distinta de la que tienen los varones en relación a la política, sin ser hija de nadie, sin ser esposa de nadie, sino con una voz propia que expresara también las voces y las dificultades que tenían todas las mujeres cuando éramos estudiantes, cuando nos recibíamos de profesionales o bien cuando nos hacíamos cargo de nuestro lugar en distintos ámbitos. La verdad es que el camino ha sido largo y lo que hoy se ha conquistado no se valora suficientemente porque lograron las primeras expresiones de cupos. Pero queremos que las mujeres tengas su lugar porque se los merecen. No se trata solamente de ocupar un espacio sino de la calidad con la que se ocupan los espacios. 

- La Defensoría es la primera especializada en niñez y adolescencia de la República Argentina ¿Cómo fue el camino de crear un organismo especializado para lograr en todos los ámbitos que se respete y no se vulnere el interés superior del niño? 

- La DDNA nació en el 2007 a dos años de haber sido aprobada la ley 26061, fue la primera de las defensorías provinciales y en ese momento tampoco existía a nivel nacional, que ha cumplido recientemente dos años. Yo no soy la primera defensora, el primero en ocupar ese cargo fue un varón abogado. Yo venía de ser ministra de Educación, de ser diputada Nacional donde pudimos aprobar la Ley de Educación Nacional y también aprobamos la ley de ESI, es decir venía de una historia de atravesar la mirada de las mujeres con precisamente la mirada sobre niños, niñas y adolescentes porque el modelo patriarcal se corresponde directamente con el modelo tutelar con relación a los menores. Cuando la defensoría fue creada, tuvo el perfil de mirar a los niños como sujeto de derecho jurídico, es decir, poniendo el énfasis en lo jurídico. Cuando me tocó llegar a la defensoría en 2016, lo que hicimos fue una ampliación de esta mirada y pensar no solamente en la perspectiva jurídica de niñas, niños y adolescentes como sujeto de derecho sino también en la perspectiva social y política de sujetos de derechos. 

- En el marco del rol que te toca cumplir desde la Defensoría de los Niños, ¿Cómo ves este cambio de paradigma y el nuevo espacio que han conquistado las mujeres? ¿Tiene un fuerte impacto en las conductas y hábitos de los niños y adolescentes?

- Estamos en un momento crucial porque en nombre de los derechos de las mujeres más de una vez se invisibilizan el derecho de niñas, niños y adolescentes; y los niños tienen todos sus derechos. Desde la Defensoría vemos muchísimas situaciones en las cuales los niños están expuestos a situaciones de conflictividad de adultos, cuando las mujeres son víctimas de violencia o viven en situaciones de violencia y aceptan esa situación. Los niños y niñas sufren el impacto de esa violencia y aprenden modelos relacionales asimétricos. Entonces como sociedad tenemos que plantearnos no tener una sociedad patriarcal pero tampoco tener una sociedad matriarcal, tenemos que tener una sociedad de iguales. Cuando digo iguales significa que todos y todas en su diversidad,  en sus decisiones personales de género y sus decisiones de diversidad sexual, y en las diferencias etarias también. Desde mi punto de vista todo ese avance, experiencia y todo el camino que hemos recorridos las mujeres tiene que servir para no reproducir nosotras patrones de asimetría. Las mujeres tenemos dos desafíos: primero incluir a los varones en la crianza y darles también ese lugar; y segundo trasmitir a niñas y niños patrones de igualdad y simetría en el dialogo. 

- ¿Cómo se interviene desde la Defensoría?

- La defensoría tiene una tarea muy amplia, por un lado nosotros asistimos y acompañamos a las familias, docentes, las organizaciones sociales y a los niños, niñas y adolescentes cuando vienen con alguna consulta o denuncia en torno a una vulneración de derechos. En ese caso, nuestro equipo de asistencia y acompañamiento brinda orientación para encontrar la solución a fin de restaurar ese derecho. El organismo cuenta con muchísimos guías de recursos, toda una serie de flujogramas de trabajos que nos permiten ir acompañando en caso que el problema sea una vulneración que tenga un trato administrativo o que tenga una instancia judicial. Nosotros hacemos asistencia en cuanto a los derechos, tenemos un registro informático donde hacemos el seguimiento de cada caso, de acuerdo a la vulneración de derechos.

Por otro lado, somos un organismo de control, por lo tanto nos toca hacer el seguimiento de los centros socioeducativos del penal juvenil, de las residencias de niños sin cuidado parental sean públicos u OGAs. Además, se realiza el control y monitoreo de las políticas públicas a fin de que ninguna vulnere el derecho de los chicos e intervenimos con observaciones y recomendaciones en cada caso.

A su vez otra función que tenemos es la promoción de derechos, para eso tenemos un área que a través de estrategias participativas con adultos, niñas, niños y adolescentes abordamos temáticas que tienen que ver con la promoción de derechos y prevención de vulneración. A partir de eso, realizamos el monitoreo con indicadores para hacer el seguimiento estadístico, cuantitativo y cualitativo de la situación de niños, niñas y adolescentes.

- ¿Cuál es tu principal desafío frente al organismo?

- Como segunda gestión, nos hemos propuesto intervenir en tratar de incidir en asuntos estructurales. En todos los años que lleva de aprobada la Ley de Sistema de Protección, del 2005 a la fecha, todavía no hemos logrado aceitar suficientemente uno. Por ejemplo, los protocolos relacionados con el tratamiento del maltrato infantil y el abuso, son temas muy estructurales. Otro tema estructural es el tema de adopción como así también el tema de justicia juvenil, es un desafío que requiere alianzas estratégicas nacionales e internacionales. Por eso, en esta segunda gestión nuestro desafío es incidir positivamente estableciendo protocolos y modos de actuación que permitan poner en el centro la voz de niñas, niños y adolescentes. Además, generar políticas públicas de desarrollo local con centro en sus voces, una justicia juvenil, un sistema de adopción, sistemas de justicia frente al maltrato y el abuso, que pongan como foco principal las voces de los niños y no solo la mirada del adulto como primera instancia, es decir padres, docentes, jueces, secretarios de todo el sistema que sigue siendo un sistema adulto céntrico. 

En noviembre de este año, del 16 a 18, vamos a ser la sede del Congreso Mundial de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Este congreso va a reunir a catedráticos, funcionarios locales e internacionales de todo el mundo, y a niños, niñas y adolescentes, y precisamente el eje temático del Congreso es el protagonismo de los niños.