El ingeniero Horacio Varela explicó que el colapso del sistema pluvial era previsible y que las obras necesarias nunca se realizaron.
Continuarían de manera intermitente durante las próximas 12 horas. Los acumulados generales previstos rondarían valores entre 40 a 70 a mm con valores extremos entre 80 a 110 mm. Las condiciones tienden a mejorar de manera gradual pasado el mediodía de mañana miércoles.
Si bien lo material se puede recuperar, es difícil de hacer y muy costoso, por eso, intentar prevenir incidentes de tal magnitud es ideal.
Según el Ministerio de Sanidad, las inundaciones han permitido que florezca la bacteria de la leptospirosis, facilitando los brotes de la enfermedad.
Las lluvias intensas, vinculadas a la fuerte corriente de El Niño de este año, que se encontró con otros frentes climáticos, provocaron que varios ríos y lagos de la región alcanzaran sus niveles más altos y se desbordaran.
La catástrofe causó la muerte de 107 personas y la desaparición de otras 136.
El rescate estuvo a cargo del Cuerpo de Bomberos de San Pablo, y los veterinarios acompañaron la acción. Para ser retirado del lugar, el caballo fue sedado, acostado y colocado en un inflable.
Además, se investigaban otros cuatro fallecimientos, mientras que 131 personas seguían con paradero desconocido y 155.000 se habían quedado sin hogar.
El fenómeno climático en la principal economía latinoamericana ya impacta en la Argentina.
El sur brasileño afronta una de las peores catástrofe de la historia por el severo temporal que empezó el lunes con abundantes lluvias, viento y granizo.
Asciende a 56 la cifra de muertos por las intensas lluvias en el sur de Brasil, en tanto que unos 67 pobladores de Rio Grande do Sul permanecían desaparecidos, según informaron las autoridades de la región.
Corrientes indicó este domingo que la ciudad atraviesa “la peor catástrofe natural de la historia”, luego de que un temporal tras el cual cayeron 250 milímetros en pocas horas dejara numerosas zonas inundadas.