El 2024, un año en que a muchos se les cortó el hilo de la careta

Opinión10 de diciembre de 2024 Por Miguel Angel Perin
El 10 de diciembre de 2023 comenzó una nueva etapa en la historia de la República Argentina. Un golpe de timón cambió el rumbo. Fue el inicio de un proceso que todavía no sabemos si llegará a buen  puerto.
Bandera Argentina
Se cumple un año del golpe de timón que dio el pueblo argentino.Foto: Archivo.

El 10 de diciembre se transformó en una fecha de singular importancia en la República Argentina. El simbolismo desbordante que tiene este día remite a hechos fundamentales. Claramente es un día fundacional. Porque se refiere al Día Internacional de los Derechos Humanos, las reglas básicas para construir una sociedad que incluya a todos. Y se refiere a la asunción del gobierno elegido por el pueblo argentino en 1983, abriendo paso a lo que auguraba Raúl Alfonsín, “los 100 años de Democracia” para este país.

Pasó el tiempo. Y pasaron cosas. Algunas buenas y muchas no tan buenas. Hasta que llegamos al proceso electoral de 2023. Y la pugna terminó consagrando a quienes deben regir los destinos de nuestra comunidad en todos los niveles.

La nave que tripulamos, para algunos el lujoso Titanic, para otros una cáscara de nuez; se encaminaba al naufragio irremediable gracias al compromiso indeclinable de una enorme cantidad de personas. El pueblo argentino entendió que hacía falta un golpe de timón.

Y aquí estamos. El nuevo gobierno nacional descorrió el velo que ocultaba lo que ya sabíamos. El nuevo gobierno se metió donde otros prefirieron no hacerlo. Y lo hizo a su modo.

No fue con el bisturí precisamente, sino con la motosierra, con el hachazo, pateando hormigueros, y cortando hilos de caretas, dejando al descubierto a los generosos aportantes al desastre general.

En un país con casi la mitad de su población en la pobreza y con más de la mitad de su economía en negro algún día iba a ocurrir. Y pasó. Y aquí estamos. Con variables económicas que muchos desean que sean peores.

La diferencia es que ahora todo es a cara descubierta. Les vemos el rostro a dirigentes políticos, empresarios, gremialistas, curas, analistas, y todos los demás. Algunos hicieron el acrobático ajuste de su discurso. Bueno, al menos ajustaron eso, su discurso… Se acomodaron a las nuevas condiciones con su ánimo especulativo, luciendo su piel de cordero sobre el pelaje de lobos angurrientos.

En un país con casi la mitad de su población en la pobreza, con más de la mitad de su economía en negro, y con lobos disfrazados de corderos, lo que sobra es la hipocresía, la ambición desmedida. Creer que el gobierno que hoy cumple un año de gestión puede con todo es pecar de optimistas. Hoy es simplemente el día en que se cumple el primer año del golpe de timón que el pueblo argentino dio para cambiar el rumbo.

En el mar de dudas que navegamos, la principal es saber si realmente la necesaria corrección de la ruta se mantendrá en el tiempo. Hay demasiados interesados en que eso no ocurra. Lo bueno es que les vemos la cara.

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